Termina la misión espacial que ha medido el Universo


Tras nueve años de observación del universo profundo, la NASA ha dado por concluida la misión del WMAP. Este satélite estaba situado a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta y ahora, al finalizar la misión, ha cambiado su órbita de trabajo y se ha colocado alrededor del Sol, fuera de servicio.

El WMAP ha abierto una ventana al conocimiento del universo más primitivo que difícilmente podríamos haber imaginado hace sólo una generación. Su objetivo era estudiar la radiación de fondo, que coincide con el límite mismo del universo conocido.

WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) es un artefacto espacial que pesa más de 850 kilos. Fue lanzado en junio de 2001 y se colocó tres meses después en órbita L2, un punto de equilibro gravitatorio del sistema Tierra/Sol. Desde allí ha estado observando durante nueve años la conocida radiación de fondo de microondas, emitida cuando el universo se hizo transparente, alrededor de 380 000 años después del Big Bang, considerada la luz más antigua conocida.

En esa radiación se han medido minúsculas diferencias de temperatura que revelan el tamaño, la edad, la materia, la geometría y el destino del universo. Estos datos aportan también información sobre la estructura primordial del cosmos que después formó galaxias hasta la forma que tienen en la actualidad.




Con un margen de error del 1% se ha estimado que el universo tiene 13.750 millones de años. Se trata de la medición más precisa lograda hasta ahora, y ha sido gracias al WMAP.

Respecto a su composición se ha podido determinar que sólo el 4,6% es materia normal formada por átomos, mientras que el 23% consiste en materia oscura, algo que aún no se sabe lo que es, pero una materia que no reflecta ni emite radiación electromagnética. El resto, el 72%, es energía oscura, algo también desconocido: una especie de presión en lugar de atracción gravitatoria que fue detectada en los noventa a raíz del descubrimiento de la aceleración de la expansión del universo.

En la misión del WMAP también se han logrado avances en el estudio de la inflación cósmica, una hipótesis muy aceptada que defiende que el universo sufrió una fase de crecimiento muy rápida en la primera billonésima de segundo de existencia. Las medidas del satélite no han permitido confirmar la hipótesis, pero sí descartar otras contrarias.





Desde hace poco más de un año, por otra parte, está también en órbita del punto virtual L2 (conocido también como punto de Lagrange 2) el Planck, un satélite que hace unos meses permitió ofrecernos un mapa de todo el cielo en microondas. Se trata de un observatorio de casi dos toneladas de peso, con un espejo de un metro y medio de diámetro cuyos sensores funcionan cerca del cero absoluto. Fue lanzado en 2009 y sigue con su misión.

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